Somos nosotros los adultos los que debemos actuar con responsabilidad marcando un horario y unos hábitos para que utilice las nuevas tecnologías adecuadamente.
- Debes asegurarte que no se acerca la pantalla en exceso a los ojos y enseñale a situarla frente a él un poco por debajo de los ojos.
- Ajustarle el brillo a la pantalla.
- Limpia con frecuencia la pantalla y quítale el polvo.
- Recuérdale que debe parpadear con frecuencia, cuando se está concentrado es algo que tendemos a dejar de hacer dando lugar al ojo seco.
- Enseñale a que cada cierto tiempo mire otra cosa que no sea la pantalla al menos durante 1 minuto.
- Que use el dispositivo en una habitación bien iluminada.
- Más de hora y media al día no es conveniente estar pendiente de una pantalla para un niño. Hay muchas más actividades que puede realizar tanto al aire libre como en casa y debemos evitar el aislamiento familiar. Los padres y el niño cada uno con su móvil o tablet dando lugar a la falta de comunicación entre ellos.
- Pregúntale de vez en cuando si le duele la cabeza o se siente cansado.
- Y por supuesto si se queja de molestias en los ojos no dudes en llevarlo al oculista para hacerle una revisión. Puede que sea conveniente que use unas gafas con filtros especiales para eliminar la luz UV y luz azul que emiten las pantallas planas.
La nueva generación son niños digitales, han nacido entre móviles y tablets. Es inevitable que se sientan atraídos por todos los dispositivos que les rodean y más cuando ven que sus padres los usan prácticamente para todo. Sería un error intentar prohibírselo. Hay multitud de juegos y aplicaciones educativas que pueden beneficiar el desarrollo y la educación del niño, al mismo tiempo que se familiarizan con una forma de comunicación que inevitablemente marcará su futuro. En el mostrador de tu farmacia no podemos estar más convencidas que el 2.0 es el futuro. Es nuestra obligación educarles para que usen las nuevas tecnologías de forma responsable al mismo tiempo que sacan todo el partido de ellas.
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